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El programa de hoy resulta de especial interés para nosotras. Ahora entenderéis mejor el nombre de Humo Violeta.
Un 8 de Marzo de 1908, 146 mujeres trabajadoras murieron calcinadas en la fábrica textil de Cotton de Nueva York. Fue por un incendio provocado por bombas incendiarias que las autoridades lanzaron, ante la negativa de las trabajadoras de abandonar el encierro por el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían. 

Trabajadoras de la Cotton Textile Factory, en Washington Square, Nueva York 

Incendio asolando el edificio

También, se reconoce como antecedente las manifestaciones protagonizadas por obreras textiles el 8 de Marzo de 1957, también en Nueva York.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) tomó esta fecha como reflexión, no celebración, por la lucha en la igualdad de derechos civiles, políticos, etc.
A su vez, Clara Zetkin propuso el 8 de Marzo como fecha reivindicativa de algo tan básico como el derecho de la mujer a trabajar.

Retrato de Clara Zetkin

En 1910, la denegación del voto y el analfabetismo, era frecuente en la población femenina. Pero, hacía ya décadas que las mujeres habían entrado en las fábricas y siglos de trabajo dentro y fuera de casa.
La declaración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora fue una manera de poner sobre la mesa, de hacer oficial algo que llevaba años sucediendo. Era el momento de empezar a regular, a reivindicar, a poner en orden en la vida de aquellas mujeres que debían criar a sus hijos y a la vez sufrir largas jornadas de trabajo.
El mundo del arte también ha prestado atención a todas esas mujeres asalariadas que luchan, en público o en silencio, durante toda su vida.

Una de esas obras es "Las planchadoras" de Edgar Degas. Degas fue un atento observador del mundo laboral, en los talleres de modistas o planchadoras. Fue su tema predilecto entre 1869 y 1895. Abarca este tema con figuras aisladas vistas a contraluz que resaltan en la blancura de la ropa. Degas coloca a dos mujeres en la lavandería, una bostezando y otra planchando con fuerza. El pintor realizó cuatro variaciones sobra la composición, casi idénticas. La elección de este tema hace referencia a las preocupaciones naturalistas y sociales de la época. Se capta la lavandería de Gervaise, y nos muestra sin rodeos la miseria de París. Retratadas de lleno en el trabajo, agotadas de cansancio, las planchadoras de Degas testimonian la mirada de complacencia y de ternura. Los gestos cuidadosos, los movimientos efímeros y cotidianos, y los colores pastel que acentúan el drama laboral, serán de gran influencia para el Picasso del período azul.

Las planchadoras, 1884

Howard Miller convirtió su obra en icono. Hablamos de "We can do it!" o "Rose the Riveter" de 1943. Los derechos de las mujeres parecieron olvidarse durante la Segunda Guerra Mundial. Mientras los varones estaban en la guerra, 6 millones de mujeres fueron redirigidas a las plantas industriales. Para exhortar a las mujeres a esforzarse y trabajar más duro, encargaron a Miller una imagen interna para la Westinghouse.
La imagen, icónica en la propaganda de guerra, fue redescubierta en 1980. Se utilizó para promover el feminismo, debido a su actitud edificante y mensaje evidente. Muchas feministas aprovecharon ésto para rehacer la imagen del empoderamiento, las campañas de promoción, publicidad e, incluso, parodias.
Gemma Lienas tiene claro el mensaje de Rose: "Cómo ser mujer y poder decirlo en voz alta, sin complejos ni miedos, sin dar por buena la autoridad de siempre, la masculina. Cómo ser mujer sin ser puta ni sumisa."

Rose the Riveter, 1943

Y es que conviene tener presente que detrás de un gran artista, siempre hay una gran trabajadora.

 Violeteros y violeteras y bienvenidos a ''la cosa está así''. Hoy el país que nos ocupa es FINLANDIA!.
Finlandia, es una república miembro de la unión europea desde 1995 y situado al noreste de Europa. Finlandia es el sexto país más extenso de Europa a pesar de poseer una de las densidades de población más bajas: 15'5 habitantes por km cuadrado.
El arraigo del número de habitantes poco tiene que ver con el de su cultura, ya que su idioma materno, el finés, es un legado indígena combinado con una cultura influenciada por los pueblos bálticos y germánicos.

El invierno es la estación más larga de este país que puede durar hasta 180 días, alcanzando temperaturas glaciales y hasta períodos de 7 meses en los que la nieve es la principal variante. un territorio en el que apenas hay sol h favorece a que los finlandeses sean unas de las personas más reservadas y comedidas de Europa, incluso culturalmente, llegan a calificarse como personas melancólicas y depresivas. Quizá estas características condicionen el abuso que se hace del alcol en esta región así como el alto número de suicidios que se produce al año. Por lo general son personas cuadriculadas a las que las duras condiciones climáticas les impide el esparcimiento en común que tanto caracteriza a la cultura mediterránea.

En general también, toma tiempo antes de establecer relaciones  cercanas, pero una vez establecidas, estas relaciones tienden a ser profundas y duraderas.

No obstante, Dicen las estadísticas que, pese a las apariencias, la violencia doméstica contra la mujer en Finlandia es muy común. Los números resultan paradójicos en un país donde la mujer cuenta con mayor igualdad respecto al hombre que en muchos otros países europeos. En 1906 se le posibilitó el voto a la mujer finlandesa, siendo la primera vez que ocurría esto en Europa, y fue la primera en el mundo que fue elegible para el parlamento. 

Paradógicamente, esto era un arma de doble filo, ya que la figura femenina era doblemente explotada en el trabajo y en el hogar. La participación de la mujer en el mercado labboral, no significó la incursión en igualdad de derechos laborales... sin embargo y sobre el papel, Finlandia, al igual que el resto de países
nórdicos, es asociado con un Estado de bienestar institucional, universal y social-demócrata.

Por ejemplo, la violación dentro del matrimonio fue criminalizada
solamente en 1994 y la violencia familiar fue solamente un asunto de la fiscalía en 1995.

Existen también otros indicadores de actitud patriarcal
en Finlandia como puede ser que el derecho de la mujer de conservar su apellido no llegó hasta 1980. En Finlandia, la independización de los jóvenes se produce a la temprana edad de 20 años, esto explica también lo prematuro de los maltratos domésticos, que se producen principalmente de los 25 a los 44 años de edad. Y esque , en finlandia, el número de mujeres que alguna vez en su vida han sido maltratadas encierra la escalofriante cifra del 50%, contrastando con su aparente civismo social. Esto ''puede explicarse'' debido al alto consumo de alcol, que desinibe los límites morales en una sociedad en la que la vida ocurre de puertas para adentro, pero, ¿Quién no ha puesto al alcohol como excusa para hacer algo pero sabe que el alcohol es lo de menos? 
Paseamos por las inmensas calles de una gran ciudad. De pronto, una frase nos asalta: en una camiseta o proyectada en el muro de un edificio. Mensajes de una gran potencia emocional que despiertan a mazazos la dormida conciencia social. Y es que la palabra adquiere nuevos significados, el texto es revalorizado y replanteado como un elemento estético más: la literatura se vuelve visual y el arte plástico se vuelve discurso. Hoy, en Mujerarte, hablamos de Jenny Holzer.



Jenny Holzer nace un 29 de Julio de 1950 en Gallipolis, Ohio. Al principio, se trata de una artista abstracta influida por Morris Louis y Mark Rothko, pero, tras mudarse a Nueva York en 1977, comienza a trabajar con textos.



Así, a partir de la década de los 70 se inicia en el arte conceptual con la serie Tópicos, aunque en origen, no se consideraba artista sino activista política. Estampa sus frases en camisetas y carteles que distribuye por la ciudad.
En 1972 saca a la luz Ensayos Inflamatorios, una serie de textos de cien palabras y veinte líneas cada uno, inspirados en célebres autores de la filosofía política, entre ellos Lenin, Rosa Luxemburgo, Mao, Marx, Engels o Emma Goldman. En su conjunto, despliegan una cartografía de significados que evidencia la diversidad contradictoria del pensamiento contemporáneo.
El punto de inflexión de su carrera llega en 1982, cuando sus frases aparecen en Times Square, utilizando como soporte una pantalla electrónica en la que aparecen consignas como  Protégeme de lo que quiero,  El abuso de poder no llega por sorpresa, o  La sumisión total puede ser una forma de libertad.




Holzer se centra en el uso de ideas en espacios públicos. Cuida la apariencia del texto, tamaño, lugar espacial y temporal. Desde letreros luminosos hasta pegatinas, atrae la atención del espectador al mismo slogan, recordándole que cualquier texto – también mensajes publicitarios o gubernamentales- siempre conlleva una existencia material, un tiempo, un lugar y un autor.
No nos da respuestas, plantea inquietantes interrogantes con múltiples soluciones posibles, tantas como espectadores-lectores, en función de las opiniones y vivencias de cada una de nosotras.







La brevedad de unos mensajes cortos en extensión oculta, sin embargo, significados profundos. No con la intención de poner de manifiesto una idea concreta, sino que se plantean como una suerte de interrogatorio que obliga al espectador a pararse, leer, comprender. Reflexionar,  incluso en la propia calle, ya que Holzer utiliza edificios y otros elementos urbanos (bancos, fuentes, espacios publicitarios…), para proyectar sus mensajes, para lanzar una carga de profundidad directa a nuestro intelecto y a nuestra conciencia.
Su explosiva temática da de lleno en los tabúes sociales: sexo, violencia, amor, guerra y muerte.
En 1990 se convierte en la primera mujer en representar a Estados Unidos en la Bienal de Venecia.



En 1993, con la guerra de Bosnia en pleno apogeo, la portada de un conocido periódico alemán publica un mensaje de Holzer. Con tinta mezclada con la sangre de mujeres bosnias se lee: Donde mueren mujeres, estoy totalmente alerta. La consecuencia fue un escándalo de grandes dimensiones. Este trabajo y la serie de fotografías recogidas bajo el título Sex Murder- con frases escritas directamente sobre la piel de mujeres-, es una llamada de atención sobre las violaciones y vejaciones de todo tipo que estaban sufriendo las mujeres en Bosnia.



La lista de exposiciones de Jenny Holzer, entre individuales y colectivas, parece innumerable. Sus exhibiciones más destacables han sido en el World Trade Center, el Reichstag, la Bienal y los Guggenheims de Bilbao y Nueva York.




Esta semana, “La cosa está así” hace las maletas rumbo a la India. Septimo país más extenso del globo y el segundo más poblado, la India es uno de los territorios que encarnan más riqueza cultural, mestizaje y tradición de todo el planeta.
Este país está constituido como una república soberana socialista, secular y democrática. Su forma de Gobierno ha tendido al federalismo durante los últimos 20años y como curiosidad, el poder legislativo cuenta con un órgano especial con la competencia exclusiva de legislar sobre los derechos humanos.
En las últimas dos décadas, el PIB de la India ha experimentado un crecimiento del 5,8%. A pesar de estos datos generales, la realidad es que más del 42% de la población vive por debajo del índice mundial de la pobreza y el 46% de los niños menores de tres años, están malnutridos.
En cuanto a la sociedad India, bien sabido es por todos la existencia de la estratificación por castas. Este sistema está establecido de forma prescriptiva y tradicional por el hinduismo. Son cuatro las castas principales:
·         brahmanes o sacerdotes
·         chatrías o guerreros
·         vaishias o comerciantes, artesanos y campesinos
·         shudrás o esclavos (trabajadores y siervos).
·         Por último se encuentran los sin casta, intocables o parias, expulsados del sistema.
El sistema de castas fue abolido en los años 50 del siglo pasado, pero en la práctica, sigue vigente. Las clases altas económicas, consideran a las clases bajas como una casta inferior. Un ejemplo de esto son los matrimonios entre castas, que aunque legales, no están reconocidos socialmente.
A raíz de esto, encontramos sentido al tema que nos atañe y es que en este programa dejamos a un lado los machismos estereotipados, el deber ser de la mujer y su rol. Aquí el machismo es otro hilo que teje el entramado de una sociedad que no eufemiza sus diferencias sociales.
El tema del machismo, en la India, no diferencia entre hombre y mujer, entre quien trabaja y quien limpia. No. Aquí el sesgo viene dado entre persona y no persona y las mujeres, en India, son directamente invisibles.
Y es que resulta de lo más normal encontrarse a un hombre cocinero o haciendo las tareas del hogar, como decíamos antes el problema machista aquí no radica en el tema del rol. Aunque una mujer gane dinero, su vida y su integridad valdrán menos que la de una vaca.

Llama la atención, que aunque la tendencia natural global es que el porcentaje total en la población de mujeres supere al de hombres, en la India (con mil millones de habitantes) esta tendencia se haya invertida, como se observa en los censos que contabilizan un total de 933 mujeres por cada mil hombres.
¿A que se debe esta contradicción natural?
Es probable que la discriminación que sufren mujeres y niñas, llegue a afectar a su propia supervivencia.
El aborto en la India es libre (dada su elevada población es necesario controlar la demografía) y es muy posible que si el feto es una niña, no llegue a nacer.
En este caso, ocurre algo similar a lo que ocurre en China; las mujeres suponen un lastre para la familia. Una niña, en la familia es la mayor causa del empobrecimiento familiar, cuando se case, habrá que pagar una elevada dote por su boda y aunque su educación resulte más barata, solo se consolidará el estatus de la familia si nace un varón, que además será el que pueda encargarse de los ritos funerarios de los padres.
Para frenar este infanticidio femenino, en 1996 se estableció una ley que prohibía las pruebas para determinar el sexo del bebé antes del parto, aun así, su cumplimiento es casi nulo.
Esta discriminación, legitimada históricamente convierte a la mujer en un ente totalmente dependiente del varón, cuya vida en caso de insumisión, corre peligro.
Ejemplo de esto es el caso de que la familia del marido requiera a la de la esposa una dote extra durante el matrimonio para sufragar algún gasto imprevisto, si la familia de ella no pueden hacer frente a dicho coste, la novia, la cual ha sido obligada a casarse con un hombre que ni conocía antes de la boda, puede ser asesinada por la familia de el, quedando este libre para contraer matrimonio otra vez y así percibir el dinero que habían requerido a la anterior.
Mera moneda de cambio y a sabiendas de esto, resulta interesante reflexionar sobre el daño psicológico irreparable que sufren las mujeres de esta sociedad. Naciendo domesticadas, subyugadas a un hombre(padre, esposo, hermanos o hijos) y sin posibilidad de acceso a la libertad, ni de decisión ni de cualquier otro tipo. Despojadas de cualquier posibilidad de desarrollo personal, el drama de estas personas radica de su género. Es su destino, y por el hecho de pertenecer al femenino, ya está escrito.
Esto es así hasta el punto de que la prostitución está aceptada religiosa y moralmente, y aunque sea ilegal, más de diez millones de mujeres indias, entre ellas unas 500.000 niñas, sobre todo de la casta inferior, son victimas de esta práctica. Aunque las castas superiores no puedan tocar a alguien de la inferior, si que pueden requerir sus servicios sexuales y estas, no pueden negarlos.
El pasado Enero de este mismo año llamaba la atención el caso de la violación en grupo de una joven universitaria en Nueva Delhi, esto no saldría de la tónica general del país si no fuera porque a raíz de este hecho se produjeron una serie de protestas que llevaron a las autoridades a tratar el tema de la violencia de género como un fenómeno social.
Tanto fue así que a los pocos días en el estado de Bengala occidental, se creó un tribunal dedicado exclusivamente a juzgar delitos relacionados con la violencia machista. El tribunal, formado en su totalidad por mujeres se encarga de que no queden impunes esta clase de delitos como ocurre en la mayoría de los casos.
Desgraciadamente el camino para el país asiático en el tema de género es largo, y la tradición religiosa y los usos sociales suponen un obsta que ni la legalidad puede sortear.

Es una lástima la funesta situación de estos países y lo enquistado que está el machismo. Merece la pena recordar a todas las asociaciones que se dejan la piel intentando que esto cambie.
Esta semana trasladamos la sección a Rusia, país más extenso del mundo y sin embargo noveno en densidad de población. Rusia se constituye como una república federal que se formó al disolverse la Unión soviética en el año 1991, pero adoptando su personalidad legal.
Es uno de los países con mayor crecimiento económico, tiene el quinto PIB más alto y el mayor presupuesto militar registrado (teniendo en su haber armas nucleares y de destrucción masiva)
Como ya os hemos mencionado: La densidad de población es baja, se estima que en el país viven 142 millones de personas, albergando 160 grupos étnicos diferentes que en su mayoría son inmigrantes de países limítrofes. La tendencia demográfica es al descenso de la población, ya que los índices de natalidad son muy bajos.
La sociedad rusa(más cercana en el sistema de valores a oriente que a occidente) sostiene un feminismo simulado. Buceando en este asunto los hay que opinan que quedó perdido en una campaña publicitaria comunista de la antigua Unión Soviética. La imagen de fornidas mujeronas frente a fábricas o campos de labor se quedó en papel mojado de aquel entonces.

La mujer rusa decora su cuerpo y su cara con un maquillaje excesivo para realzar sus atributos de mujer; mientras tanto el hombre le abre la puerta y le paga la comida (¡¡medio hombre quien no lo haga!!) Esto relega a la mujer a una posición meramente estatuaria que nos hace formularnos mentalmente la frase de ''todo por la mujer pero sin la mujer'' parafraseando a la antológica frase del pueblo.
Resulta llamativo cuando el día ocho de marzo, día de la mujer trabajadora, las celebraciones en este lugar se basan en el adulamiento masculino con ramos de flores a las féminas y eliminando toda relevancia de estas en este día y otorgándosela al hombre en su papel de caballero y a la mujer el de florero redundante.
Mujer florero incluso desde las instituciones, o al menos, así lo hacía intuir Dimitri Medvedev, delfín de Putin, cuando declaraba en 2008 que las mujeres adornaban los plenos del congreso. Además el ejecutivo se muestra partidario del papel tradicional de la mujer en la familia.
El aborto en Rusia fue legalizado en 1920, antes que en cualquier lugar del mundo, sin embargo, en el 2011 se prohibía a partir de las 12 semanas de embarazo por ''el descenso demográfico'' que sufre el país desde 1992.

En Rusia, están prohibidas todas las formas de discriminación, así lo recoge la constitución de la Federación Rusa en el artículo 19, pero, es esto lo que realmente ocurre con los grupos sociales vulnerables?
 En el código de trabajo de la federación rusa, la mujer recibe un trato condescendiente que da por sentado que no es capaz de desplegar las mismas habilidades que un hombre, tipificándose así en su contato laboral. Precisamente esta inferioridad impuesta, es la que alimenta la parcela de poder del roll masculino.

Como ya hemos visto en otros recorridos de esta sección por el mundo, la supuesta minusvalía social femenina debe refugiarse en una figura protectora y todopoderosa que, al protegerla y ampararla de todos los peligros de los que la mujer no es consciente, se le incumbe también el deber de ''ORIENTARLA'', por decirlo de alguna manera, y ''levarla por el buen camino''. Si para ésto debe emplearse la fuerza y la intimidación, bueno, todo es por un bien que la mujer no sabe identificar por sí misma gracias a su debilidad.

Así, vemos como en Rusia, “esa incapacidad cognitiva y física” de la mujer, circula desde el trabajo al hoga sin ninguna restricción. Las cifras y la brutalidad de los casos de violencia de género en este país son aterradoras. No sólo el marido tiene este derecho, si no cualquier pariente que considere oportuna ''un poco de disciplina''. Nada de esto se considera fuera de lo normal o más allá del orden natual de las cosas, así que sobre estos casos se corre un tupido velo, cuando no llegan a carecer de absoluta irrelevancia, para después caer en el olvido.

Según cifras recogidas por el Centro Nacional para la Prevención de la Violencia, 12000 mujeres mueren al año víctimas de una figura masculina, lo que significa que cada 40 minutos, fallece una mujer víctima de esta práctica. De estas cifras, un 97% no denuncia su situación y entre un 60 y un 70 por ciento no buscan ningún tipo de ayuda, nisiquiera llegan a considerar anomal el contexto en que se hallan. Esto se debe no sólo a los arraigos culturales que aceptan socialmente este comportamineto, si no a la ineficacia del sistema judicial y penal que avala estos comportaminetos desamparando a la mujer de cualquier tipo de ayuda y otorgando al agresor casi total impunidad.
 No existe ninguna ley en Rusia que tipifique la violencia de género. Encontramos la razón de esto en la mentalidad rusa que establece, la costumbre centenaria de aceptar que la familia es una institución patriarcal donde la mujer no debe expresar su opinión, incluso si se siente oprimida por su marido.

La mujer no es el único grupo social gravemente discriminado en este país. Los homosexuales han sido y son, víctimas de una caza y captura que nos recuerdan a los radicalismos homicidas de la edad media. Esta tendencia sexual ha sido descriminalizada para después volverse a convertir en delito a lo largo de la historia de Rusia.
 Sondeos en el país, arrojan que sólo un 2'3 por ciento de la ciudadanía rusa considera no tener inconvenientes con la homosexualidad, mientras que el restante porcentaje, llega incluso a considerar el asesinato para los individuos practicantes de esta tendencia. La homofobia está alarmantemente arraigada hoy en día en Rusia, alcanzando índices de discriminación propios de una época arcaica. Infructuosamente la comunidad internacional ha manifestado su descontento contra esta situación en numerosas ocasiones, pero éste hecho no ha amainado ni muchísimo menos el clima hostil y el rechazo hacia este colectivo.
Mientras tanto, continúa una abolición de derechos fundamentales e innegables a todo individuo en detrimento de unos grupos sociales que reciben una inferioridad por imposición.


Desde Humo Violeta reivindicamos nuestra aprensión y rechazo absoluto a este tipo comportamientos que otorga a sus ejecutores una etiqueta despreciable y vomitiva que nos es imposible pasar por alto en este programa. 
La República Democrática del Congo es un país situado en África central, limitado con Ruanda al este. Es tres veces más grande que España y con, aproximadamente, setenta y cinco millones de habitantes. Un país rico en recursos materiales como: oro, diamantes, coltán, uranio… Y, además, las corrientes de agua interna de las que dispone hacen que tenga un clima suave.
Contado así, parece un lugar de ensueño; sin embargo, hace ya unos años que la desesperación y el malestar asolan este país. El comienzo de este nefasto periodo puede fecharse en 1996, cuando los congoleños se sumaron a una rebelión llamada: “guerra de liberación” para acabar con el régimen dictatorial del momento.
En ese mismo año, se desarrolló un movimiento comúnmente conocido como FDLR (Fuerzas De Liberación de Ruanda) al este del país, precisamente frontera con Ruanda y Uganda y cruzaron la frontera armados hasta llegar al Congo. Se aprovecharon de la situación allí y llevaron a cabo su propia guerra.
Occidente decidió apoyar la rebelión a través de Uganda y Ruanda y, en nombre de esta guerra, hoy en día hay grupos beligerantes en el Congo, pero por motivos distintos: sus intereses residen en los minerales que este país contiene. La situación actual allí ya no tiene que ver con un conflicto entre congoleños. Ni siquiera con un conflicto entre ellos y sus países vecinos. Es un conflicto internacional con intereses económicos: las multinacionales –en especial las compañías de telefonía móvil- se aprovechan de esta situación. ¿Por qué? Para responder a esta pregunta es necesario hablar sobre el coltán.
El coltán es un mineral óxido que se utiliza para fabricar las baterías de los aparatos electrónicos, en especial las de los teléfonos móviles. Como antes se ha comentado, el Congo es un país rico en este mineral y las multinacionales lo compran de forma ilegal a los rebeldes a cambio de armamento.
Sin embargo, toda esta situación es un tanto más compleja. La periodista congoleña Caddy Adzuba se ha referido al tema en diversas ocasiones para ofrecernos una visión más cercana de la situación. Explicó en una conferencia que tuvo lugar en el Caixaforum de Madrid todo este conflicto desde sus pilares.
“La guerra congoleña es un conflicto con orígenes y causas humanitarias, internacionales y económicas, pero no sale en las noticias” afirmaba la periodista, y continuó: “se ha olvidado de forma expresa para poder continuarla con intereses económicos”.
Adzuba explicó que actualmente los rebeldes llevan a cabo una nueva estrategia de destrucción masiva: las violencias sexuales a las mujeres. Hablaba de destrucción masiva porque estas agresiones no se cometen para satisfacer deseos sexuales, no sólo se las viola, sino que también se introducen en su vagina objetos cortantes, madera… Además de ser mutiladas o incluso asesinadas, rompiendo, además, todo un núcleo familiar y desestabilizando la sociedad entera.
La pregunta de nuevo es: ¿por qué? La congoleña explicó que los motivos eran, fundamentalmente, tres. En primer lugar, porque la mujer tenía un papel importante en la organización social y económica del Congo: eran agricultoras, llevaban comercios, empresas… Y lograron reactivar la economía local tras la Dictadura, si lo que se pretende es destruir un país, atacar a la mujer es el blanco. En segundo lugar, porque, cuando se ataca a una mujer, se desestabiliza a toda una familia ya que la violación es una deshonra y ella es rechazada, mantenida al margen, y eso hace que toda la estructura familiar se desestabilice; y, en tercer y último lugar, porque los rebeldes secuestran a mujeres y a niños que son llevados a su cuartel, y el marido -y padre- es obligado a cavar para conseguir minerales que luego son vendidos a las multinacionales a cambio de armamento, financiando, así, la rebelión.
Las estadísticas de sólo un hospital cifran el número de mujeres maltratadas en más de cincuenta mil y los sondeos hablan de cuarenta mujeres muertas al día. Una familia media en el Congo suele formarse, como media, por unos siete miembros: padres y cinco hijos. Este hecho aumenta el número de víctimas por daños colaterales. Además, muchos de los niños son secuestrados para ser niños soldado.
Pero no todo está perdido. Durante estos diecisiete años que está durando la guerra, se están llevando a cabo una serie de estrategias para intentar solucionar la situación. Entre ellas, la creación de hospitales gratuitos para tratar a las mujeres que están siendo víctimas de este genocidio. Sin embargo, el sistema social excluye a este tipo de mujeres y éstas tienen que vivir en silencio, así que, para sensibilizar a la población y romper este silencio, se están creando diversas emisoras de radio y de televisión para que toda la comunidad se responsabilice y trate de entender esta situación. La radio en un país como éste es muy importante y de largo alcance, la principal radio que trata de solucionar esta situación se llama OKAPI y está a manos de esta periodista y de su grupo de acción Afi Def, que también tienen alcance vía internet en: Radiookapi.net
Por otro lado, la población culpa al Gobierno de no protegerlo. El motivo de esta poca defensa ciudadana reside también en elementos económicos, según explicaba la periodista congoleña. El Gobierno está embargado y la armada está dividida ante la rebelión y los rebeles. Mientras estos últimos gozan de la última tecnología y armamento del que disponen gracias a las multinacionales, el Gobierno no puede financiar armas con las que proteger a sus ciudadanos.
“Tengo miedo constantemente, siempre estoy en peligro. Dos de mis compañeros han sido asesinados y yo misma, en 2008, me vi atrapada en medio de una guerra volviendo a casa. Hubiera vendido mi alma al diablo con tal de escapar de allí” testificaba la periodista entre lágrimas de desesperación y continuaba: “los pueblos y los habitantes que son secuestrados no tienen más remedio que obedecer”.
Otra de las medidas que se han tomado, ha sido ejercer presión contra todas las multinacionales que permiten este baño de sangre. En EEUU, a partir de 2012, se está empezando a pedir cuentas a las mismas –tras el viaje de la señora Clinton al Congo a ver la situación- de cómo consiguen los minerales. La ONG Globalwitness está realizando estudios para comprobar y verificar toda esa información y, de momento, las empresas que más datos aportan sobre cómo financian el coltán son HP e Intel, frente a empresas como HTC.
Además, se está tratando de reinsertar en la sociedad a todos aquellos niños que han sido rescatados y han trabajo como niños soldado y a los niños que son fruto de los abusos sexuales a manos de la misma ONG.
Existe algo por encima, que sea intangible no significa que no exista. Hoy en día, los reclamos del pueblo congoleño no van más allá de la propia paz.

Necesitan paz.
Por Adriana Vázquez Santamaría. Gracias compañera.
Bienvenidos a "la cosa está así", esta semana hemos viajado más de 8000 km para contaros la situación en China.
Bien conocido por todos como el gigante que es, China es el país más poblado del mundo, con mil trescientos millones de habitantes y está constituido políticamente como una república popular (es decir, bajo un régimen comunista)
Económicamente, en la actualidad China está considerada la segunda potencia mundial, englobada entre las potencias emergentes del BRIC esto se debe a su alta productividad dada su mano de obra barata, las mejoras en las infraestructuras y las políticas gubernamentales favorables al desarrollo industrial.
La doble cara del desarrollo está más que patente en un país donde la industrialización tiene un elevado coste humano. Muchas horas de trabajo escasamente o no remuneradas, la ausencia de prestaciones sociales para este tipo de trabajadores y las dificultades de los hijos de estos para acceder a una educación digna, anulan la efectividad de este supuesto progreso.
Además, la tasa de pobreza en el país asiático es muy elevada, siendo en este país alrededor de  150 millones las personas pobres sobre todo en las zonas rurales, donde el desarrollo casi ni se ha sentido.
Más que evidente la carencia en cuanto a derechos humanos, el caso de la mujer no iba a ser menos.
Numerosas han sido las noticias que han llegado a occidente alusivas al papel de víctima que sufre la mujer china dentro de una estructura machista. Si la alta densidad de población hace que culturalmente se llegue a menospreciar la vida, la de la mujer es aún si cabe, menos valiosa.
La cultura China es históricamente machista, el nacimiento de un varón se aprecia como un regalo de los dioses, mientras que las féminas, se ven sometidas a numerosos maltratos desde su alumbramiento (un ejemplo de ello son los vendajes en los pies como estandarte de supuesta feminidad y para inutilizar a las mujeres en caso de necesidad de una supuesta huida)
La discriminación comienza antes del nacimiento; dada la ley que establece un máximo de un hijo por pareja, estos prefieren a los niños que a las niñas. A los datos nos remitimos; 125niños por cada 100 niñas (invirtiéndose así la tendencia natural)
Desde el año 1971, cuando entró en vigor esta política de planificación familiar, practicas como el aborto selectivo o la ocultación del embarazo y posterior asesinato o abandono de las recién nacidas son técnicas más que cotidianas. En reacción a esto el gobierno puso a funcionar en el año 1992 medidas como la recompensa económica a familias con dos niñas o la prohibición de pruebas para determinar el sexo del bebé durante el embarazo.
Estas medidas no han sido tomadas por la toma de conciencia de las barbaridades que se comenten con estas pequeñas, si no porque la población envejece a pasos agigantados y en unos años la situación económica va a ser insostenible. En definitiva, como no hay mujeres los hombres no se pueden casar y tampoco procrear. (Al hilo de esto la ONU denunció en 2013 el aumento de tráfico de mujeres del sudeste asiático para contraer matrimonio con hombres chinos)
Además de esto, la mujer es maltratada a nivel psicológico, físico y sexual sin ningún reparo. En China hablar sobre la violencia de género es tabú, esto ha dificultado tanto el legislar al respecto que hasta el año 2011 no se promulgó la primera ley contra la violencia de género.
En esta cultura los hombres gozan de un estatus superior, y pueden disponer de sus mujeres como quieran, las cifras son terribles; un 62% de mujeres habitantes de las zonas rurales sufre violencia en el ámbito doméstico.
Como advierte la feminista Wang Xingjuan, el problema radica en la socialización, los niños crecen viendo a sus padres pegar a sus madres, y esto, es lo que según ella hay que erradicar.
Así las niñas crecen oyendo comentarios despectivos sobre su género y capacidades llegando a interiorizar esto y viendo su futuro abocado a un matrimonio concertado plagado de infelicidad. En China cada cuatro minutos una mujer se quita la vida.

Como siempre en estos casos la precariedad, la vulnerabilidad y la mercantilización recaen sobre el mismo género. Es difícil cambiar los pilares de una cultura tan ancestral, pero cuando China comprenda que el ser humano es algo más que un mero instrumento productivo, paralelamente es probable que la situación de la mujer mejore un poco. 
En “la cosa está así” viajamos hasta Colombia. País situado en la región noroccidental de América del sur, y constituido como un estado social y democrático de derecho. Con una superficie de aproximadamente dos millones de km cuadrados, se convierte en la tercera nación más poblada de América latina con algo más de 47 millones de habitantes, donde el 51% son mujeres.
Tierra de café y caña de azúcar, Colombia es una economía emergente que en los últimos 10 años ha experimentado un crecimiento promedio anual del 5,5%. Sin embargo la distribución desigual de la riqueza mantiene a un 33% de colombianos viviendo por debajo del índice de la pobreza. Este último dato, tiene que convivir con el contraste que supone el hecho de que el país goza de opulentos recursos naturales, demográficos y linguísticos, que desprecian taxativamente los datos de pobreza.
Cuando el contexto se plaga de energía potencial, y las carencias son el terreno firme, los ligamentos de la ética se difuminan con precisión para la amplitud del movimiento.

Desde hace más de 50 años, los conflictos armados, las guerras políticas y la corrupción han tomado el mando de la inestabilidad interna que gobierna el país. En poco tiempo, los valores sociales se vieron tapizados por un día a día en el que la violencia adquiría normalidad por momentos. Se llegó a convivir con la delincuencia hasta tal punto que logró desmerecer el asombro de cualquier ciudadano. Este devenir exigió socialmente un pago en valores éticos que no tardó en cobrarse de la integridad colombiana. Fue entonces cuando los significantes difuminaron los límites de la mercantilidad extendiéndola a todo objeto o persona que evocase cualquier tipo de valor, adquiriendo inmediatamente las cualidades de una mercancía en toda regla. Como se viene dictando a través de la historia, no se pudo obviar la potencialidad del cuerpo femenino para dicha tarea.
Esto quizá explique que la prostitución en este país se considere lícita si es de carácter voluntario. Desde el año 2012 está regularizada mediante un corte constitucional que se encarga de intentar garantizar unos derechos laborales mínimos para, como allí se las conoce coloquialmente, las fufurufas.

 Una vez normativizado el conflicto de la prostitución, se presuponen con facilidad las posibilidades de un mercado de trata de blancas: enviar a una mujer colombiana victima de trata de personas al mercado asiático(el europeo se complica por el tema de los visados) es relativamente fácil; a la red le cuesta entre 4.000 y 6.000 dólares. Una vez allí, estas mujeres asumen una deuda de aproximadamente 35mil dólares. Teniendo en cuenta que en países como Hong Kong, Singapur o Japón ganarán cien veces más que prostituyéndose en su país, estas inocentes estiman que habrán saldado la deuda en un par de meses. Sin embargo, el tiempo medio para cancelarla es de dos años en los que la red saca una rentabilidad por mujer que supera el cuarto de millón.
Tanto es así, que Colombia es considerado punto confluente de trata de blancas, en el que la explotación sexual, los trabajos forzados y el matrimonio servil se valen de la delincuencia para convertirse en poderosas armas de intercambio. Desde el 2001 la Organización Internacional de las Migraciones ha reforzado en Colombia el programa integral de lucha contra la trata de personas, pero esto no ha impedido que en el año 2012, creciera un 31% del cual el 20% son niñas menores de edad.

Lejos de obstaculizar, la situación colombiana, no fue si no un aliciente del que se sirvieron las mujeres para subrayar su situación de equidad frente al hombre. A pesar de participar tempranamente en la lucha por el reconocimiento nacional, tardaron varias décadas en conseguir el reconocimiento al derecho de voto. El primer cargo ejecutivo ocupado por una mujer fue en 1954, patentando por primera vez el compromiso de lucha de la mujer colombiana.

 Hoy en día son cada vez más las mujeres que ocupan cargos públicos en Colombia lo que supone una vanguardia reseñable en la batalla contra el machismo. A pesar de todas estas consecuciones, como en toda América Latina, en Colombia subyace una estructura implícita de patriarcado, que relega a la mujer a una situación biológica de obediencia al macho. Esto justifica un entramado de normas no escritas, que establecen que toda muestra de superioridad por parte del hombre exige cierta sumisión por parte de la mujer, aunque esto suponga ir en contra de su voluntad, o de la ley. De esta manera, algunos individuos llegan a justificar violaciones o crímenes domésticos como se ejemplifica en la noticia que les ofreceremos al concluir esta sección.

Pero antes, hemos tenido el placer de hablar con alguien , que nos ha querido transmitir su experiencia personal. Esinla Yepez es una mujer colombiana de 30años de edad y residente en españa desde los 18. Esinla tuvo que emigrar en busca de un futuro. Recuerda su pais con cariño y se le llenaba la boca al hablar de su riqueza cultural y de sus gentes joviales.
 Su tono era otro cuando le preguntamos acerca del machismo en su pais. Esinla replicaba a nuestras insinuaciones con el argumento de que la mujer, tiene las mismas posibilidades de promocion que el hombre y que de hecho ya se pueden encontrar colocadas en las altas esferas de la politica. "Las mujeres no son victimas" afirmaba con rotundidad.

 Este testimonio contrastaba con su descripcion de la mujer ideal: " la colombiana siempre va a llevar las manos arregladas, es echada para alante, con garbo... la mujer española habla como un hombre..." Terminamos el coloquio  quedandonos con la siguiente cita: "si que existe el machismo, aunque una mujer sea una ejecutiva de exito, el hombre la va a mantener" Agradecemos su  atencion a Esinla.



Nueva York azotado por el crack del 29. Una joven pegada a su eterna Leica, se pasea por las calles del alboroto. La vida de familias, vecinos y amigos plasmada en blanco y negro. Fuente del Street Photography. Icono de una fotografía sociológica. Hoy, en Mujerarte, hablamos de Helen Levitt.



Helen Levitt nace un caluroso 31 de Agosto de 1913, en Brooklyn.
Deja la escuela antes de graduarse. Y se marcha al Bronx, donde trabaja para un fotógrafo comercial. Aquí, se establece su primer contacto con las técnicas fotográficas.
Los felices años 20 dan lugar a la América deprimida de 1930. Surge, entonces, una corriente de fotografía documental que actúa como foco y crítica social, que culmina en la Photo League of New York. Levitt, haciendo un alarde autodidacta, participa en ella.


Pero poco después, conoce al apasionado de la imagen Cartier Bresson que, junto a Walker Evans, le hacen replantearse la fotografía como algo más allá del género documental.
Así, su carrera artística comienza con una Leica 35mm, en el marco que mejor conoce: los barrios más pobres de Nueva York.



Y es que Levitt se aleja de los rascacielos y el skyline. Enfoca su Leica sobre la mirada suave de los juegos infantiles, sus graffitis, las conversaciones de amas de casa y la actitud de los ancianos codiciosos de recoger la energía de la calle. Dispara su flash cuando encuentra sonrisas sinceras, bailes callejeros y gestos espontáneos de caras torcidas. 



Levitt nos enseña a tres niños burlones, ataviados con máscaras toscas de cuero, pidiendo golosinas en Halloween. También nos muestra el carácter protector de una chica sentada en una silla, mientras su hermano pequeño llora tiernamente en sus brazos.






Son estampas urbanas, llenas de lirismo, fuera de los convencionalismos de su época. Retratan, sobre todo, a niños de las clases más bajas. Pero no hay tristeza, ni crítica social, sino inocencia. Nos muestra a niños felices, jugando. Nos enseña la cara amable de estos barrios.
El trabajo de Helen Levitt es un singular punto de encuentro. Por un lado, la poética surrealista del instante cotidiano en la ciudad que nunca duerme. Por otro,  el documental social de la cultura popular norteamericana.



En 1941, viaja a México, como única salida del espacio de La Gran Manzana en su encuadre fotográfico. Allí vuelve a centrar la imagen en los niños, pero también nos regala otros momentos, como hombres bebiendo pulque en una cantina local.

En la década de los 50 se siente tentada por el cine, tras conocer al irresistible Luis Buñuel. Finalmente, en los 70, vuelve a fotografiar los barrios obreros de Nueva York. Pero, esta vez, en color. Las imágenes muestran los cambios en la cultura de la calle de la ciudad. Así como la evolución de la mirada de la artista.




Continúa trabajando en su querida Gran Manzana hasta 2009, fecha en la que muere. Según Jorge Ribalta: su trabajo era un estudio del comportamiento público de la gente corriente.
Capturaba los gestos de la gente, el lenguaje de la calle. Sus imágenes representaban un mundo de signos, la escritura social inscrita en los movimientos del cuerpo.




Helen Levitt nos deja un rico testimonio sobre el paso rutinario y el marcado distanciamiento, incluso a pie de calle, entre las clases sociales de finales de siglo. Siempre con una mirada desde abajo. Siempre desde Nueva York. 


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