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Alza la voz contra el machismo.
Vivimos en una sociedad en la que los machismos se visten de cotidianidad y se ponen una capa de sutileza que se vuelve invisible hasta el punto en que damos por buenas todas esas muestras de discriminación que una vez más colocan a la mujer un peldaño por debajo.
En esta sección queremos denunciar (de forma anónima, claro está) todos esos machismos que a pequeña escala molestan e impiden la consecución total de la igualdad.
Desde ese anuncio que propone de una forma tan descarada un arquetipo que echa por tierra todos los valores de la mujer que no se basen en el físico hasta comentarios o palabras peyorativas que hayas observado en tu entorno o vivido en primera persona.
Ponte en contacto con nosotras a través de la dirección: humovioletaucm@gmail.com
¡Te pasamos la palabra!
Vivimos en una sociedad en la que los machismos se visten de cotidianidad y se ponen una capa de sutileza que se vuelve invisible hasta el punto en que damos por buenas todas esas muestras de discriminación que una vez más colocan a la mujer un peldaño por debajo.
En esta sección queremos denunciar (de forma anónima, claro está) todos esos machismos que a pequeña escala molestan e impiden la consecución total de la igualdad.
Desde ese anuncio que propone de una forma tan descarada un arquetipo que echa por tierra todos los valores de la mujer que no se basen en el físico hasta comentarios o palabras peyorativas que hayas observado en tu entorno o vivido en primera persona.
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¡Te pasamos la palabra!
Esta semana en “la cosa está así” viajamos hasta Colombia. País situado en la región noroccidental de América del sur, y constituido como un estado social y democrático de derecho. Con una superficie de aproximadamente dos millones de km cuadrados, se convierte en la tercera nación más poblada de América latina con algo más de 47 millones de habitantes, donde el 51% son mujeres.
Tierra de café y caña de azúcar, Colombia es una economía emergente que en los últimos 10 años ha experimentado un crecimiento promedio anual del 5,5%. Sin embargo la distribución desigual de la riqueza mantiene a un 33% de colombianos viviendo por debajo del índice de la pobreza. Este último dato, tiene que convivir con el contraste que supone el hecho de que el país goza de opulentos recursos naturales, demográficos y lingüísticos, que desprecian taxativamente los datos de pobreza.
Cuando el contexto se plaga de energía potencial, y las carencias son el terreno firme, los ligamentos de la ética se difuminan con precisión para la amplitud del movimiento.
Desde hace más de 50 años, los conflictos armados, las guerras políticas y la corrupción han tomado el mando de la inestabilidad interna que gobierna el país. En poco tiempo, los valores sociales se vieron tapizados por un día a día en el que la violencia adquiría normalidad por momentos. Se llegó a convivir con la delincuencia hasta tal punto que logró desmerecer el asombro de cualquier ciudadano. Este devenir exigió socialmente un pago en valores éticos que no tardó en cobrarse de la integridad colombiana. Fue entonces cuando los significantes difuminaron los límites de la mercantilidad extendiéndola a todo objeto o persona que evocase cualquier tipo de valor, adquiriendo inmediatamente las cualidades de una mercancía en toda regla. Como se viene dictando a través de la historia, no se pudo obviar la potencialidad del cuerpo femenino para dicha tarea.
Esto quizá explique que la prostitución en este país se considere lícita si es de carácter voluntario. Desde el año 2012 está regularizada mediante un corte constitucional que se encarga de intentar garantizar unos derechos laborales mínimos para, como allí se las conoce coloquialmente, las fufurufas. Una vez normativizado el conflicto de la prostitución, se presuponen con facilidad las posibilidades de un mercado de trata de blancas: enviar a una mujer colombiana victima de trata de personas al mercado asiático(el europeo se complica por el tema de los visados) es relativamente fácil; a la red le cuesta entre 4.000 y 6.000 dólares. Una vez allí, estas mujeres asumen una deuda de aproximadamente 35 mil dólares. Teniendo en cuenta que en países como Hong Kong, Singapur o Japón ganarán cien veces más que prostituyéndose en su país, estas inocentes estiman que habrán saldado la deuda en un par de meses. Sin embargo, el tiempo medio para cancelarla es de dos años en los que la red saca una rentabilidad por mujer que supera el cuarto de millón.
Tanto es así, que Colombia es considerado punto confluente de trata de blancas, en el que la explotación sexual, los trabajos forzados y el matrimonio servil se valen de la delincuencia para convertirse en poderosas armas de intercambio. Desde el 2001 la Organización Internacional de las Migraciones ha reforzado en Colombia el programa integral de lucha contra la trata de personas, pero esto no ha impedido que en el año 2012, creciera un 31% del cual el 20% son niñas menores de edad.
Lejos de obstaculizar, la situación colombiana, no fue si no un aliciente del que se sirvieron las mujeres para subrayar su situación de equidad frente al hombre. A pesar de participar tempranamente en la lucha por el reconocimiento nacional, tardaron varias décadas en conseguir el reconocimiento al derecho de voto. El primer cargo ejecutivo ocupado por una mujer fue en 1954, patentando por primera vez el compromiso de lucha de la mujer colombiana. Hoy en día son cada vez más las mujeres que ocupan cargos públicos en Colombia lo que supone una vanguardia reseñable en la batalla contra el machismo. A pesar de todas estas consecuciones, como en toda América Latina, en Colombia subyace una estructura implícita de patriarcado, que relega a la mujer a una situación biológica de obediencia al macho.
Esto justifica un entramado de normas no escritas, que establecen que toda muestra de superioridad por parte del hombre exige cierta sumisión por parte de la mujer, aunque esto suponga ir en contra de su voluntad, o de la ley. De esta manera, algunos individuos llegan a justificar violaciones o crímenes domésticos como se ejemplifica en la noticia que les ofreceremos al concluir esta sección.
Pero antes, hemos tenido el placer de hablar con alguien , que nos ha querido transmitir su experiencia personal. Esinla Yepez es una mujer colombiana de 30 años de edad y residente en España desde los 18. Esinla tuvo que emigrar en busca de un futuro. Recuerda su país con cariño y se le llenaba la boca al hablar de su riqueza cultural y de sus gentes joviales. Su tono era otro cuando le preguntamos acerca del machismo en su país. Esinla replicaba a nuestras insinuaciones con el argumento de que la mujer, tiene las mismas posibilidades de promoción que el hombre y que de hecho ya se pueden encontrar colocadas en las altas esferas de la política. "Las mujeres no son victimas" afirmaba con rotundidad. Este testimonio contrastaba con su descripción de la mujer ideal: " la colombiana siempre va a llevar las manos arregladas, es echada para delante, con garbo... la mujer española habla como un hombre..." Terminamos el coloquio quedándonos con la siguiente cita: "si que existe el machismo, aunque una mujer sea una ejecutiva de éxito, el hombre la va a mantener" Agradecemos su atención a Esinla.
Esto justifica un entramado de normas no escritas, que establecen que toda muestra de superioridad por parte del hombre exige cierta sumisión por parte de la mujer, aunque esto suponga ir en contra de su voluntad, o de la ley. De esta manera, algunos individuos llegan a justificar violaciones o crímenes domésticos como se ejemplifica en la noticia que les ofreceremos al concluir esta sección.
Pero antes, hemos tenido el placer de hablar con alguien , que nos ha querido transmitir su experiencia personal. Esinla Yepez es una mujer colombiana de 30 años de edad y residente en España desde los 18. Esinla tuvo que emigrar en busca de un futuro. Recuerda su país con cariño y se le llenaba la boca al hablar de su riqueza cultural y de sus gentes joviales. Su tono era otro cuando le preguntamos acerca del machismo en su país. Esinla replicaba a nuestras insinuaciones con el argumento de que la mujer, tiene las mismas posibilidades de promoción que el hombre y que de hecho ya se pueden encontrar colocadas en las altas esferas de la política. "Las mujeres no son victimas" afirmaba con rotundidad. Este testimonio contrastaba con su descripción de la mujer ideal: " la colombiana siempre va a llevar las manos arregladas, es echada para delante, con garbo... la mujer española habla como un hombre..." Terminamos el coloquio quedándonos con la siguiente cita: "si que existe el machismo, aunque una mujer sea una ejecutiva de éxito, el hombre la va a mantener" Agradecemos su atención a Esinla.
A continuación, os trasmitiremos un suceso que nos llamó poderosamente la atención y que no queríamos pasar por alto en esta sección: el pasado sábado 16 de noviembre, Colombia despertaba cargada de indignación por las declaraciones del dueño de un restaurante de Bogotá donde presuntamente fue violada una chica de 19 años.
A las 3 a.m de esa misma noche, la muchacha fue encontrada casi inconsciente en el parking del local por algunos empleados, tras cenar y bailar animadamente con dos hombres de nacionalidad española.
Andrés Jaramillo, que así se llama el susodicho declaraba: “Estudiemos qué pasa con una niña de 20 años que llega con sus amigas, que es dejada por su padre a la buena de Dios. Llega vestida con un sobretodo y debajo tiene una minifalda. ¿Pues a qué está jugando? Para que ella, después de excomulgar pecados con el padre, diga que la violaron”
La replica en las redes sociales no tardó, en facebook y en twitter bajo la etiqueta: #mepongominifaldayque. La consejería de la Equidad de la Mujer también declaró que testimonios como este son los que justifican la violencia de genero en el país y que culpar a la mujer de una agresión sexual por su atuendo lamentablemente no resulta un exabrupto en la cultura colombiana.
A pesar de las disculpas de Jaramillo, millones de jóvenes por Internet se han convocado para hacer una sentada en minifalda en la puerta del restaurante.
Bienvenidos a “la cosa está así” una sección en la que trataremos de
profundizar en las cuestiones de género y en la situación de la mujer alrededor
del mundo.
Y es que amigos ¿quién no ha oído hablar de los latigazos a las
adulteras? De la necesidad del beneplácito masculino para acudir a una fiesta o
de las trabas que tiene un homosexual al salir del armario en muchos países?
Noticias, reportajes de investigación y testimonios para ver lo que
nosotros, como país desarrollado, no queremos ver porque es “cosa del
tercer mundo”. De una forma incontestable, como es el ejemplo del Islam, o con
actos más sutiles y cotidianos que se integran en la socialización de la mujer
en muchos lugares a lo largo del planeta, el machismo en pleno siglo XXI es una
realidad irrefutable.
Estandarizándole una debilidad otorgada por condiciones
biológicas, la mujer a lo largo de la historia se ha visto envuelta en un roll
de inferioridad y obediencia por el mero hecho de pertenecer al género
femenino. La lucha constante por una igualdad de derechos arrebatados
gratuitamente, ha sido la caracterización fundamental de las manifestaciones
político sociales que ha tenido la mujer en la sucesión de los siglos. Desde la
privación de derechos civiles básicos, hasta la creación perpetuable de una
sociedad basada en un sistema patriarcal, han sido los certeros golpes que se
le han impartido a la mujer alejándola de la condición de individuo universal y
relegándola a un plano de sumisión y obsolescencia programada.
Diferentes han sido las excusas para establecer una
sociedad basada en dicho modelo: religiosas, socioculturales, políticas,
biológicas... Pero ésto no ha sido un inespugnable impedimento para que la
mujer se abriera paso en pro de las libertales y derechos fundamentales
alienados a cada individuo. A pesar de los muchos logros conseguidos a través
de siglos de lucha y mártires, hoy en día, en medio de todo un sistema que se enorgullece
de sus proezas en el campo de la igualdad de derechos humanos, es la misma
mujer la que se ve abocada a la mercantilidad de su cuerpo en conflictos
bélicos, políticos o socioculturales. En ''la cosa está así'' nos dedicaremos a
ejemplificar estas líneas y a poner en evidencia toda situación de desigualdad
que llegue a nuestras manos.
La ''caza de brujas'' contra la homosexualidad en
Rusia, el desecho que supone ser niña en china o la nulidad que posee la mujer
en el mundo musulmán son sólo algunos ejemplos que vislumbran la línea temática
de ''la cosa está así'.
Queremos presentaros a una extraordinaria pintora del
Barroco italiano. Sus cuadros destacan por los rasgos bellos y enérgicos de
personajes heroicos, la destreza de los juegos de luz y la textura empastada.
Motivos por los que el espectador se siente impactado ante la obra. Todos los
críticos e investigadores coinciden en un mismo punto: se trata de una figura
fascinante y llena de enigmas. Hoy, en Mujerarte, hablamos de Artemisia
Gentileschi.
Artemisia Lomi Gentileschi nace en 8 de julio de 1597 en
Roma. Es la primogénita del pintor Orazio Gentileschi, representante de la
escuela romana de Caravaggio. De él, toma el límpido rigor del dibujo y la
acentuación dramática, claves en el claroscuro. A los 17 años, pinta Susana y los viejos, posiblemente
ayudada por su padre.
Susana y los viejos, 1610
El acceso a las Escuelas de Bellas Artes era, entonces,
exclusivamente masculino. Por eso, a los 19 años, su padre le asigna un
preceptor privado llamado Agostino Tassi. Pero aquí llega el trauma de su vida,
cuando Tassi la viola en 1612. Este horrible hecho causa un gran escándalo y
marca de por vida a la joven pintora. Artemisia realiza entonces Judit decapitando a Holofernes. El óleo destaca
por la violencia de la escena, en la que no sólo se evoca la crudeza de la
decapitación, sino la propia postura de la heroína bíblica Judit. Se ha
interpretado en clave psicoanalítica, como deseo de venganza por la violencia
que ella misma había sufrido.
Judit decapitando a Holofernes, 1611-1612
Tras esto, se instala en Florencia, abriendo un periodo
lleno de éxito. Es la primera mujer en ingresar en la Academia del Dibujo. Se
convierte en una aclamada pintora de corte. Se relaciona con los pintores más
influyentes de la época. Consigue favores
de los mecenas y establece una buena amistad con Galileo Galilei. Entre sus
admiradores, se encuentra el joven Buonarotti, quien le encarga una tela en
memoria de su tío, Miguel Ángel. Se cree que la figura femenina es la
representación de la propia Artemisia. Su fama y belleza eran asombrosas y, con
frecuencia, le piden que se autorretrate en los encargos.
La mala gestión económica obliga a Artemisia a mudarse
con su hija Prudenzia a Roma. Allí, forma parte de la Accademia dei Diossi. A
pesar de los honores, el periodo romano tampoco le resulta rentable.
Se traslada a Venecia. Su pintura sigue siendo alabada,
por obras como Judit con su doncella
o Esther y Asuero. Ésta última obra,
entra en sintonía con los grandes pintores venecianos, a través de ambientes
lujosos y representaciones bíblicas. La escena representa el momento en el que
Esther va a pedir un banquete a Asuero, rey de Persia, para desenmascarar el
boicot al pueblo de Israel. Esther, tras 3 días de ayuno, sufre un desmayo ante
el rey de Persia.
Judit con su doncella, 1618-1619
Esther y Asuero, 1628-1635
En 1630, finalmente se traslada a Nápoles. Se gana el
aprecio del Virrey Duque de Alcalá y del pintor Máximo Stazione. De esta época
data su obra Anunciación y Nacimiento
de San Juan Bautista. Por primera vez, recibe encargos para catedrales.
Nacimiento de San Juan Bautista, 1635
Hace un breve viaje a Londres. En la corte de Carlos I de
Inglaterra, se fraguan obras tan representativas como Autorretrato como la Alegoría de la Pintura. Artemisia se presenta,
en total realismo, en el momento de comenzar a pintar, en un gesto creador.
Impresiona la confusión entre alegoría y autorretrato. Toma la Iconología de la
figura femenina de Cesare Ripa: el cabello rizado desordenado, símbolo de furor
artístico. La cadena con la máscara al cuello, como representación de la
tradición y la máscara de la fidelidad a la naturaleza. Y una tela tornasolada
en el vestido, como alusión al virtuosismo técnico, evitando otros atributos.
Autorretrato como Alegoría de la Pintura, 1630
Se cree que falleció en 1656, durante una plaga en
Nápoles. La artista italiana del colorido, el empaste y la técnica del
tenebrismo, fue prácticamente olvidada tras su muerte.
¿Conocéis a muchas artistas? No lo creo.
¿A qué se debe esto? ¿Es que la
mujer no es capaz de expresarse artísticamente? Es evidente que sí, pero dotarles
de autonomía significa perder el control sobre ellas. Tranquilidad. En Humo Violeta vamos a hacer que eso
cambie.
A lo largo de la historia, el papel de las mujeres en el
arte se limita al de musas y modelos. Son objeto de culto y símbolo de belleza
en todos los ámbitos estéticos. Se destinan a una función de completa
pasividad. La figura femenina es un objeto más que llena el lienzo, está del
todo ausente en el arte… O eso es lo que nos han hecho creer.
En el arte, las mujeres se convierten en un producto de
la sociedad patriarcal. Lejos de incluirlas en la producción artística, como de
forma ingenua se podría pensar, se relegan a un extremo del proceso. Como bien
reivindicaban las Guerrilla Girls en el Nueva York de 1989: ¿Tienen las mujeres
que estar desnudas para entrar en el Metropolitan Museum? Menos del 5% de los
artistas de la Sección de Arte Moderno son mujeres, pero el 85% son desnudos femeninos.
Pretendemos romper con el discurso patriarcal. Incluido
el histórico y, por supuesto, el que se cuela en la historia del arte. El arte
permite traspasar todo tipo de barreras y alcanzar la ansiada libertad a partir
del reflejo del mundo interior. Si las mujeres accedían a la creación, los
hombres perderían su propiedad sobre ellas. De
ahí, las numerosas trabas a las que se enfrentaban las potenciales artistas
para acceder a lugares donde mejorar sus conocimientos y evolucionar en su
carrera. Al fin y al cabo, se trataba de impedir que la mujer se percatase
gracias al Arte de la posibilidad de tener otro tipo función dentro de la sociedad y con plena potestad para decidir
ciertos aspectos de su realidad.
Muchas lucharon contra esta sinrazón y
practicaron su talento de forma oculta. Lo cierto, es que las mujeres han tenido una presencia
activa constante como artesanas y artistas. Han superado los obstáculos con los
que se encontraron en distintas épocas debido a su género.
Sí ha habido grandes
artistas, pero no han sido reconocidas ni valoradas como tales. Muchas obras
realizadas por mujeres, fueron en un principio atribuidas a varones. Esto
verifica que no hay diferencias objetivas entre el arte realizado por mujeres o
por hombres. Pero, cuando se comprueba que la autora es una mujer, baja mucho
el valor económico y simbólico de la obra.
Un ejemplo, surge en 1996 en
el Museo del Prado. Por casualidad, durante la restauración de un cuadro
atribuido a Sánchez Coello, se destapó la firma de la pintora de
corte del rey Felipe II: Sofonisba Anguissola,
verdadera autora del retrato del monarca y hasta entonces desconocida, pese al
prestigio del que gozó en el Renacimiento.
Vamos a
descubriros las grandes figuras femeninas que marcaron un estilo propio entre
los artistas de su época. Aquellas que rompieron moldes y fueron una importante
influencia en los estilos posteriores. Daremos luz a las artistas que el
patriarcado se esforzó en esconder en la sombra del olvido colectivo.
Tendremos el placer de presentaros a Artemisia
Gentileschi, Camille Claudel, Berthe Morisot, Tamara de Lempicka, Leonora
Carrington, Annie Leibovitz y, cómo no, la genial Frida Kahlo.
Seguro que has escuchado alguna vez que las mujeres no
pintamos nada. ¡Y nada más lejos! Las mujeres pintamos, esculpimos, dibujamos,
modelamos, fotografiamos… Las mujeres creamos. Bienvenida a Mujerarte.
Your body is a battleground, Barbara KRUGER, 1989
Hoy, en la sección de conceptos definiremos algunos
términos que tienen mucho que ver con el programa de hoy.
Vamos a aclarar el significado de feminismo y del
movimiento feminista, esas palabras que tanto se están escuchando estos días en
los medios de comunicación por la polémica de las activistas Femen.
Feminismo
Corriente de pensamiento en permanente evolución por la defensa de la igualdad de derechos y oportunidades entre ambos sexos. Constituye una forma diferente de entender el mundo, las relaciones de poder, las estructuras sociales y las relaciones entre los sexos.
Corriente de pensamiento en permanente evolución por la defensa de la igualdad de derechos y oportunidades entre ambos sexos. Constituye una forma diferente de entender el mundo, las relaciones de poder, las estructuras sociales y las relaciones entre los sexos.
Esta nueva manera de observar la realidad, desde la perspectiva de las mujeres, es el motor que está produciendo más cambios en el presente siglo, en el sistema y los valores sociales, consiguiendo que las instituciones modifiquen sus políticas sociales y económicas. Simone de Beauvoir habla del feminismo como un modo de vivir individualmente y de luchar colectivamente.
Actualmente el feminismo se divide en dos grandes corrientes: feminismo de la igualdad y feminismo de la diferencia.
El feminismo de la diferencia apuesta por el sentido, el significado que se le da al hecho de ser mujer, por el reconocimiento de los valores que tradicionalmente se han considerado como femeninos dándoles autoridad y poder social, al margen de las estructuras patriarcales.
El feminismo de la igualdad aspira a una sociedad en la que se produzca la integración de las individualidades una vez superados los estereotipos del sistema sexo-género. Defiende que mujeres y hombres tienen los mismos derechos y, de esta manera, pueden participar en igualdad en todas las estructuras sociales. La igualdad no pretende homogeneizar sino reconocer la diversidad de mujeres y hombres. Mitos, estereotipos y descalificaciones han rodeado siempre a esta corriente de pensamiento.
(Palabras para la Igualdad. Biblioteca Básica Vecinal)
Movimiento feminista
"El feminismo es una forma de pensar y una
manera de vivir". Simone de Beauvoir.
El movimiento feminista está integrado por mujeres feministas organizadas en torno a diversos colectivos, plataformas, asambleas y asociaciones de mujeres que tienen en común la conciencia de grupo oprimido por la ideología patriarcal. Tiene un carácter social, político, filosófico y reivindicativo que preconiza la igualdad de derechos de mujeres y hombres y la libertad para elegir el modelo de vida que desean seguir, más allá de estereotipos y roles sexistas que asignan a mujeres y hombres comportamientos, deseos y realidades.
El movimiento feminista está integrado por mujeres feministas organizadas en torno a diversos colectivos, plataformas, asambleas y asociaciones de mujeres que tienen en común la conciencia de grupo oprimido por la ideología patriarcal. Tiene un carácter social, político, filosófico y reivindicativo que preconiza la igualdad de derechos de mujeres y hombres y la libertad para elegir el modelo de vida que desean seguir, más allá de estereotipos y roles sexistas que asignan a mujeres y hombres comportamientos, deseos y realidades.
A lo largo de la historia siempre han existido mujeres con una clara conciencia de las desigualdades a las que estaban sometidas por el simple hecho de ser mujeres. Pero es en torno al año 1788 cuando empieza a existir un movimiento organizado. En este año aparece "Cuadernos de quejas", escritos por mujeres que quieren cambiar aspectos de la sociedad.
En 1791 se publica Los Derechos de la Mujer y de la
Ciudadanía, de Olympia de Gouges en el que se pide la abolición del matrimonio
y su sustitución por un "contrato social" entre mujeres y hombres y
la paridad de derechos. Desde este momento se suceden las reivindicaciones de
todo tipo. En 1792 se publica Vindicacidn de los derechos de la mujer, de Mary
Vollstonecraft, reivindicando el derecho al trabajo, a la educación, a la
emancipación económica, a la paridad de modales. La "Declaración de
Sentimientos", de Séneca Falls, firmada por 68 mujeres y 32 hombres, se
pronunciaba por la igualdad de derechos sobre la propiedad, de salario en el trabajo,
de derecho sobre la custodia de las hijas e hijos, para suscribir contratos y
para votar. La reivindicación de las mujeres por el derecho al voto, principio
básico en cualquier sociedad democrática, abarca desde el siglo XIX hasta bien
entrado el siglo XX. Durante este período, miles de mujeres en Europa y América
utilizaron su imaginación, su voluntad, sus fuerzas y a veces su vida para
conquistar un derecho que ahora se considera fundamental, el derecho a elegir
libremente a las personas que representan sus intereses.
El movimiento feminista actual es heredero de todas estas mujeres y de muchas otras que en todo el mundo luchan, ahora mismo, por una sociedad más justa, para mujeres y hombres. En España, los orígenes se remontan a 1960, en torno a reivindicaciones bien concretas: el derecho al divorcio, la supresión de la pena de adulterio, los centros de planificación familiar, las discriminaciones salariales, etc. Con el lema de "1o personal es político", se forman grupos de reflexión en torno a temas de la vida cotidiana con gran carácter ideológico, las relaciones personales, la sexualidad, igualdad legal, etc. En la actualidad no puede hablarse de un sólo movimiento feminista, sino de la suma de diferentes corrientes y tendencias que abordan desde diversas perspectivas su lucha por una sociedad en equidad.
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